Sentada en la ventana, mis ojos observan la ciudad que va despertando poco a poco. Llevo el cigarro a mi boca y aspiro profundamente, cerrando los ojos ante la sensación de paz y ese hormigueo en mi estómago. La brisa primaveral acaricia mi piel y llena mi habitación de un olor a pan recién horneado y a rosas del balcón del piso de al lado.
Suelto el humo despacio, haciendo que un hilo grisáceo ascienda
danzando hasta que se desvanece. Los primeros sonidos de la calle llegan a mis
oídos y miro hacia abajo para ver como los dueños de la cafetería abren para
dar comienzo a una nueva jornada, como una chica rubia atraviesa la acera
adoquinada en la velocidad de un rayo montada en su bicicleta o como un hombre
mayor da su paseo matutino con sombrero negro y bastón de madera, deteniéndose en
cada escaparate.
Otra calada. Oscuridad. Paz. Cosquilleo.
Levanto los párpados y repaso los tejados de los edificios de en
frente hasta que mis ojos azules se tropiezan con ella… Se alza majestuosa,
inalcanzable, deseable. No puedo evitar una mirada recelosa al escrutarla y
entreabro la boca permitiendo un nuevo baile del humo del tabaco. Ahí, ante mis
ojos se encuentra gris, rígida, austera, fría y tan alta que roza el cielo.
Construida de hierro y hecha con el fin de crear miradas asombradas. La dama de
Francia, la hija mimada de París, la chispa de los enamorados, la cómplice de
los amantes.
Aspiración. Negrura. Relajación. Mariposas.
Mis rodillas dobladas se balancean hacia los lados de manera
involuntaria, mis manos tiemblan nerviosas ante la cafeína que he ido tomando
a lo largo de toda la noche y me muerdo el labio inferior mientras ella
me da los buenos días desde allí. Suspiro y la sonrío amargamente. Apago el
cigarro en el cenicero y apoyo mi cabeza en el marco de madera de la ventana.
París se levanta y yo todavía no me he acostado. París comienza tan viva como una llama recién encendida y yo en cambio me voy apagando. París despierta animada y yo cierro los ojos dormida.
Ains, que bonitaaaa. Aunque, sinceramente, me gusta más la otra. Para mi, todo lo raro, extraño, me enamora. Pero genial igualmente.
ResponderEliminarChic-girl
jajaja Ya habrá más de esos relatos =) Todavía queda mucho blog para ello ;) Me alegra que te haya gustado, gracias por el comentario!
EliminarOtro gran relato :D Me encanta la parte final, los contraste me gustan mucho xD. Ya lo comprobaste en el relato que te envie xD
ResponderEliminarGracias! ^-^ jajaja sip, deberias publicarlo en tu blog o ponerlo en face. que esta muy bien ;) (Enfrentate jejeje )
EliminarLo Hare ;D
EliminarPues a mi me ha gustado más este que el primero. ¡Enhorabuena sobrinita! Besos.
ResponderEliminarA mí también me gusta más este. :)
Eliminarjajaja Es que Paris... ;)
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