Al ser el único medio que dispongo para poder hacer esto he decidido emplearlo, pero esta es la primera y última vez que hablaré sobre ello. Es una pequeña excepción para demostrar mi enfado de hoy.
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Bien podría llamarse “Política rosa” o “Del Coliseum al
Senado”, que ya se verá su por qué más
adelante; pero lo de “Persona enfurecida” se debe a que no es que sea de
derechas o de izquierdas, no es que sea una de abajo que va a por los de arriba, no.
Simplemente que me considero una persona (que muy poco empleo se hace de este
sustantivo en el tema de política) enfadada,
avergonzada, enrabietada, vamos,
enfurecida como bien se aprecia en el título.
Esto no es un artículo o una columna de opinión, que su opinión tiene… y bastante, pero no es que sea de un profesional; es una forma de expresarme y de soltar lo que todo el mundo sabe, lo que todo el mundo dice, lo que todo el mundo escribe y lo que todo el mundo está cansado, agotado, astragado de escuchar.
Esto no es un artículo o una columna de opinión, que su opinión tiene… y bastante, pero no es que sea de un profesional; es una forma de expresarme y de soltar lo que todo el mundo sabe, lo que todo el mundo dice, lo que todo el mundo escribe y lo que todo el mundo está cansado, agotado, astragado de escuchar.
Sé que la opinión de una chica de dieciocho años recién
cumplidos no es que sea redundante y
vaya a cambiar esta situación, ni mucho menos
pretendo hacer eso con lo que estáis leyendo; pero una enorme parte de mí me impulsa a escribir estas palabras, aunque
sea solamente para que se me quite el
dolor de cabeza que tengo.
Debo aclarar que yo, si la que ha escrito este texto, se interesa por la política más bien poco, por
no escribir casi nada. Estudio periodismo y la especialidad de política se
encuentra entre las últimas, últimas,
ultimas opciones de mi larga lista.
Bien, tras esto… empezaré.
Una gran bofetada es lo que he recibido esta tarde cuando mis piernas se han doblado para
obligarme a sentar en uno de los asientos que hay en lo alto de la cámara del Senado.
Sí, tremenda bofetada que me han dado al ver la gran función teatral que han
realizado nuestros políticos… denominándolos así para que todo el mundo
entienda a quienes me refiero; siendo esas personitas (monigotes) que vociferan
y sueltan de golpe una largo bla, bla, bla para dar una imagen que nadie ya, en
la situación en la que nos encontramos, se cree.
Ahora llego a lo que al principio me refería, y por ello debo avisar que sería mejor darles unos
palos o unos escudos con espadas o lanzas
a los senadores para que no se hagan daño en las manos con tantas palmadas y golpes en la mesa que dan como si
se encontraran en un espectáculo de gladiadores del Coliseum (guiño cómplice)
que animan a los luchadores. Podrían emplear dichos instrumentos para hacer eso y
así crearían más ruido y bulla que a mi parecer es lo que pretenden. Aunque
también he encontrado gran semejanza con
esos programas de prensa rosa, amarilla o de corazón como Sálvame, La Noria; tranquilos no solo de Telecinco… Dónde
estás corazón o Tómbola, veis puedo
nombrar otros más. Bueno, al tema porque solo de pensarlo y recordarlo esas
náuseas (muchos pensarán que estoy exagerando o que le doy demasiado
importancia a esto, pero eso es lo que de verdad he sentido al estar una hora y
media ahí sentada, y porque no he
soportado dejar pasar los treinta minutos que quedaban para terminar el pleno
de hoy), dolor de cabeza y… ¿Podría llamarse
desilusión? ¿Vergüenza? ¿Cabreo, sería
lo idóneo? Una mezcla de estos tres ingredientes
para no complicarnos la vida más aún.
También, para que creáis una imagen en vuestra cabeza, podría asemejarlo a un partido de tenis: uno
la lanza, el otro la recibe y devuelve.
Creo que además he terminado con tortícolis por ello… Podía ver perfectamente
desde mi sitio como el pecho se hinchaba de puro orgullo y una sonrisa de autosuficiencia se formaba y
adornaba el semblante de aquel que había
respondido para dejar las ropas sucias del otro al descubierto cuando devolvían el golpe y podías ver que en su
frente se escribía en letras gigantes:
Jaque mate.
Y por no quedarnos ahí; como los temas que en su mayoría se han tratado han sido ya tan
repetitivos y parecía un déjà vu que había tenido, pues mis ojos observaban con
rabia como muchos asientos estaban vacíos (puede que no haya sido un pleno
importante, pero una pregunta en este mismo
momento me ronda en la cabeza al igual que a todos: ¡¿Para eso tienen un sueldo?!), como muchos tenían la pantalla de
su i-phone o tablet (¡Ups! También he visto dos portátiles. Se me olvidaba) tan
cerca de sus ojos que la voz de mi abuela
“Se te va a quedar la cabeza cuadrada” ha resonado varias veces en mi mente; y
como muchos, vaya creo que empleo esta palabra demasiadas veces, se levantaban para hablar con unos y otros, se
reían, charlaban y ni si quiera prestaban atención a lo que se planteaba o
trataba. Me ha hecho hasta gracia que en
un momento una senadora, que hablaba y se encontraba de pie, al escuchar y ver
que sus compañeros aplaudían lo hacía, sin ni siquiera saber lo que había dicho
el que ha hablado. Encima, para colmo, animaba divertida. Aunque debo señalar
que no está bien generalizar y sí, había
senadores interesados en el pleno.
Y, por último, el hecho de que incluso al que era respondido o preguntado no es que hiciera gran
caso, pues solo centraba su mirada en la
hoja que tenía delante para saber al menos lo que había escrito en ella y no perderse en la lectura cuando le
tocara. Entonces… ¿Por qué tanta molestia en buscar tantos datos en la
Wikipedia si no se les va a escuchar y no se va dar importancia alguna? Pues porque, a
mi parecer o por favor que alguien me
sepa contestar si sabe la respuesta de esta gran encrucijada, les importamos… poco (Realizando un tremendo y
enorme esfuerzo al escribir esta palabra para no ser basta) y solo quieren
quedar bien y añadir votos o buenas críticas,
por no olvidar de esas gratificantes palmaditas en la espalda que tan bien sientan. Cosa que me ofende y mucho. ¿De
verdad se creen que somos tan manipulables
e imbéciles para creérnoslo?
Con esto ya mi dolor de cabeza ha ido desapareciendo y mi vómito escrito ha terminado. Solo era una
necesidad que se ha agrandando tras
salir por la puerta del Senado con la cara roja de tal ofuscación y por el hecho de pensar que estos son los
representantes del pueblo…
Bienvenida a la madurez. La política es una caca que sirve para bien poco. Besos.
ResponderEliminarGracias por la grata bienvenida ;) Mira que nunca presto atención a este tema, pero como tuve que ir por una práctica ya debió de ser tal panorama que me chocó y mucho =S Un abrazo! =D
EliminarSinceramente, soy joven, ni siquiera mayor de edad, y no tengo nada que opinar sobre la política (aunque mis fuentes me han informado sobre que es una ******).
ResponderEliminarChic-girl
Tus fuentes te informan muy bien jejeje ;) Y yo soy la primera en ver en las noticias sobre política y cambiar de canal, el dedo se me va solo! Gracias por comentar! =)
EliminarLa palabra es la mejor arma del escritor
ResponderEliminarBuena frase! =D
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